“En algún lugar de un libro hay una frase esperándonos para darle sentido a la existencia”
– Miguel de Cervantes Saavedra-
Por Eduardo Poblete
En memoria del célebre Manco de Lepanto y del insigne Bardo de Avón, Cervantes y Shakespeare, la O N U a través de U N E S C O instituyó el 23 de abril como celebración del Día Mundial del Libro y del Derecho de autor, con el objetivo de fomentar la lectura, impulsar la industria editorial, y proteger la Propiedad Intelectual mediante la institución legal denominada Derecho de Autor.
Otros prestigiados autores como Garcilaso de la Vega, Vladimir Nabokov, Josep Pla, y Manuel Mejía Vallejo del siglo XIX y principios del XX, cuyos nacimientos rotan en torno a abril, son considerados dentro de la efemérides en que se enmarca, por acuerdo mundial, la protección de los derechos morales, patrimoniales y universales de los escritores de obras literarias, científicas, artísticas o de carácter didáctico; así como de obras de creadores de programas informáticos, de anunciantes y publicistas, y de productores cinematográficos.
–El Derecho de Autor se asume como Derecho Humano fundamental en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. –
Leer debiéramos declararlo una obligación moral universal.
Claro, obligación moral en su sentido de acto consciente donde la razón decide sobre la voluntad frente a las consecuencias y valor del acto.
Puesto que “el verbo leer no soporta el imperativo”, porque “leer es un ejercicio de nuestra libertad y para que esto sea posible es necesario reconocer y practicar y transmitir los derechos del lector”, dice Daniel Pennac.
Celebremos el “Día Mundial del libro y del Derecho de Autor”, leyendo, sin soslayar la advertencia de Platón:
“Si leer fuera suficiente para adquirir sabiduría, el número de individuos sabios en el mundo sería proporcional al número de libros que hay en el mundo”.
Hoy más que nunca, por las circunstancias, “sabemos lo que somos, no lo que podemos ser”, aunque ahora más nos vale que pensemos en que debemos ser mejores, porque “en las cosas humanas hay una marea que si se toma a tiempo conduce a la fortuna; (pero) para quien la deja pasar, el viaje de la vida se pierde en bajíos y desdichas”. Y le creo a William Shakespeare.
Así que pensemos que de la lectura de hoy aprendimos a tomar la marea a tiempo; porque la frase que esperábamos del libro que leemos para darle sentido a nuestra existencia ahora, nos recalcó:
¡Quédate en casa!